La constatación del fracaso
El hecho de plantear todo el Debate de la Nación con el único argumento de la situación económica es ya en si mismo, la constatación de un gran fracaso. Quienes votamos al partido de Don Mariano hace ya más de dos años lo hicimos para que las profundas reformas que necesita España, una vez implantadas, supusieran la base para un rápido desarrollo.
Continuidad en todos los frentes
Nada eso ha tenido lugar. Las reformas no se han realizado y en muchos casos, como en la política antiterrorista o en la política sobre la Justicia, se ha optado por el continuismo de las anteriores directrices socialistas. Nada de adelgazamiento del Estado, de supresión de las empresas públicas, apoyo a los autónomos, de justicia para las víctimas de ETA.
Política fiscal
Tiene tazón Rosa Diez cuando afirma que el engaño se produce desde la primera semana de Gobierno ya que si para salir de la crisis con un deficit del 6% era necesario (según sostenía el PP el la oposición) era necesario bajar los impuestos, mayor razón para bajarlos con el 9% de déficit que se encontraron al llegar.
Sin convicciones
Se hace hoy evidente que no tenían ninguna convicción en los principios que enarbolaban y que la promesa de bajar los impuestos es un burdo engaño.
